¿Primero tendríamos que preguntarnos qué es la felicidad? Existen un sin número de constructos para dicha palabra, pero ¿Cuál es el verdadero significado para nosotros?, ¿Dónde la encuentro?, ¿Cómo sé que soy realmente feliz?

Cuando preguntas ¿Qué es la felicidad?, sueles escuchar las mismas respuestas: Ser feliz es cumplir tus metas, es lograr tus objetivos, es alcanzar tus ideales, es concretar tus proyectos, es aumentar tus expectativas laborales y, porque no, las salariales.

Son pocas las veces que mencionan que la felicidad es una emoción o un estado de ánimo subjetivo, puesto que depende únicamente de la perspectiva del individuo. Lo que te hace feliz a ti, necesariamente no me hará feliz a mí. Y volvemos a la pregunta: ¿Cómo saber qué me hace feliz?

La felicidad no es un objeto al que puedas comprar, muchos lo consideran así, pero, después de adquirir lo que buscaban, les sigue faltando algo. Entonces, por qué no pensar que la felicidad es un estilo de vida, que es una decisión, es la forma de ver las cosas, cómo se aprecia a las personas, es la actitud que tienes al iniciar el día, lo que se recibe constantemente de la vida.

Ser feliz es hacer lo que uno quiere sin dañar a otros, lo que a ti te gusta, lo que te apasiona y te motiva. Es algo que te llena internamente y se ve reflejado en tu actitud, en tus acciones y emociones. Sin embargo, es muy común encontrar a personas que trabajan en algo que no les gusta, ya sea por necesidad o por diferentes motivos. Es, en esos momentos, cuando debemos enfocarnos en buscar el lado positivo de lo que se está haciendo, porque de alguna manera u otra, te sirve como apoyo o sostén para tu familia, para pagar tus estudios, adquirir experiencia o es un trampolín para lograr tus objetivos. El ver el lado positivo de las cosas,  es ahí, donde radica la felicidad. En la positividad, la buena actitud, la adaptabilidad, la flexibilidad de pensamiento y en darle valor a lo que estás haciendo.

Eres tú quien elige y decide. Depende de ti si quieres vivir tranquilo, disfrutando de cada segundo de las experiencias y aprendizajes que te da la vida. Nadie dice que el camino sea sencillo, pero tampoco es imposible. ¿Quieres una escalera al cielo? Entonces constrúyela; mantén la calma y ponle punto final a los pensamientos negativos que te anclan al subsuelo y comienza una nueva página en el diario de tu vida con mejor actitud y predisposición.

La felicidad es estar en equilibrio contigo mismo, rodéate de gente alegre, con buena actitud, y optimista, que sumen conocimiento y alegrías a tu vida y aléjate de aquellos que te contaminan con sus problemas, que te quitan la energía y  las ganas de disfrutar. Busca a aquellos que disfruten de las simplicidades de la vida; comparte en familia, canta, ríe, baila, salta, regálate una sonrisa a cada instante y haz que la vida te sonría. Si cambias de actitud verás que la felicidad fluirá en ti.

Recuerda que la palabra y el pensamiento tienen mucho poder, si piensas en algo, verbalízalo, al verbalizarlo lo estás decretando y si lo decretas el universo lo acepta con la misma fuerza y energía que está siendo enviada y esa energía retornará haciendo tu deseo realidad!

Mila Arámbulo – Administradora y Gestión del Talento de DelirioLab